GSK, aproximadamente un 40% de la población española sufre sensibilidad dental. Esta molesta sensación afecta directamente al estilo de vida de la persona que la padece. Por ello, es fundamental detectar sus causas y encontrar el mejor remedio lo antes posible. En este post, queremos centrarnos en la relación que existe entre la sensibilidad dental y las encías retraídas. Si quieres conocer más detalles, ¡continúa leyendo!
¿Por qué se retraen las encías?
La retracción de las encías es un problema que puede llegar a ocasionar una gran alteración estética. Ocurre cuando una persona ha perdido parte de la encía, dejando al descubierto la raíz del diente. Algunas de sus causas más comunes son el tabaco, realizar un cepillado agresivo, padecer una enfermedad periodontal o, simplemente, la edad. Si aprecias una recesión gingival o tienes la sensación de que tus dientes se ven cada vez más alargados, te recomendamos que acudas a nuestra clínica dental en San Sebastián de los Reyes para que podamos determinar la causa y encontrar la mejor solución. Pero ¿qué tienen que ver las encías retraídas con la sensibilidad dental?¿Qué es exactamente la sensibilidad dental?
Además de las consecuencias estéticas, las recesiones gingivales ocasionan problemas funcionales que afectan a la salud bucodental y al día a día de las personas. La sensibilidad dental es uno de los efectos de la retracción de encías. De hecho, es de los primeros síntomas que indica esa recesión. Esta sensación de frío en los dientes suele aparecer al consumir alimentos que estén demasiado fríos o calientes. Para evitarla, tal y como te acabamos de indicar, lo más importante es que valore el origen exacto un especialista. De todos modos, vamos a proporcionarte una serie de consejos muy sencillos que pueden ayudarte a minimizar esta molesta sensación.Cuidados para los dientes sensibles
- No descuides la higiene: la limpieza bucodental es la clave para contar con una excelente salud oral. Por ello, no olvides lavarte los dientes y pasarte el hilo dental después de cada comida.
- Elige un cepillo de cerdas suaves: tanto la herramienta como la técnica son importantes a la hora de cepillar los dientes. Por ello, hazte con un cepillo que tenga unas cerdas muy suaves y cepíllate cuidadosamente, sin agresividad.
- No basta solo con el cepillado: escucha a tu dentista y elige un enjuague, así como un dentífrico con los que puedas minimizar y controlar la sensibilidad dental. Y, si completas la higiene con el uso de cepillos interproximales e irrigador bucal, mejor que mejor.
- Utiliza protector bucal (solo si lo necesitas): si tienes bruxismo y rechinas o aprietas los dientes durante el sueño, es fundamental contar con un protector bucal que proteja tus dientes de posibles problemas de hipersensibilidad.
- Acude a tus revisiones habituales: como mínimo una vez al año es esencial que acudas a tu dentista de confianza. En estas visitas podrán revisar tu estado de salud bucodental, así como realizarte las limpiezas profesionales periódicas.